Los componentes de la 32ª Campaña Antártica se concentran en el valle de Benasque

Del 7 al 11 de mayo, trece profesionales del Ejército van a continuar, en el valle de Benasque, su preparación de cara a la próxima misión en el continente helado. Durante cinco días, los militares perfeccionarán sus conocimientos teóricos y prácticos en condiciones de frío y con nieve y/o hielo para la operación en el exterior más antigua. La 32ª edición de la Campaña Antártica del Ejército de Tierra está organizada en colaboración con el Ministerio de Economía y Competitividad.

Los efectivos del Ejército de Tierra, trece en total, que formarán parte de la dotación de la Base Antártica Española del Ejército de Tierra (BAE) "Gabriel de Castilla" en la próxima Campaña Antártica, tienen una media de edad de 41 años y casi 21 de experiencia militar. Todos ellos están altamente especializados y cualificados y han sido elegidos (incluido el jefe) entre, casi, 200 voluntarios. Proceden de Aragón, Castilla y León, Madrid, Andalucía, Asturias, Castilla la Mancha y Galicia

Durante su estancia en la Ribagorza, el objetivo será aprender a desenvolverse, con las necesarias medidas de seguridad, por el terreno montañoso que se van a encontrar en la Antártida con temperaturas de hasta 20 grados bajo cero, vientos que pueden alcanzar los 70 kilómetros por hora y el riesgo de convivir junto a un volcán activo.

Partirán hacia el continente helado en el verano austral y, mientras tanto, están siendo adiestrados para hacer frente a las condiciones climáticas más extremas. Su destino será la BAE “Gabriel de Castilla”, situada en la Isla Decepción, en el archipiélago de las islas Shetland del Sur, a escasos cien kilómetros al norte del continente antártico y a más de mil de la costa sudamericana más próxima. En el grupo hay especialistas en comunicaciones por satélite, mantenimiento, navegación, alimentación, medio ambiente, movilidad en nieve o medicina. Por ello, se encuentran preparando la Fase de Montaña, en el marco del Programa de Capacitación Antártica, en el Pirineo oscense, adiestrándose en el manejo del material que tendrán que utilizar en territorio antártico.

Su formación es esencial para garantizar la seguridad de los científicos que, año tras año, estudian el continente helado, su flora y su fauna.

Durante las jornadas recibirán formación teórica y práctica sobre normas de seguridad, primeros auxilios, conducción de "quads", utilización del GPS, nudos, empleo de material específico de montaña (raquetas, piolets, crampones), anclajes en nieve, recuperación en grietas y montaje de tiendas.

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