María Martín Civiac y su trabajo con la “biblia de los resultados” de los JJOO de Tokio

La montisonense María Martín Civiac se encuentra actualmente en Tokio, donde está trabajando para el Comité Olímpico Internacional (COI) en un proyecto denominado ORIS (Olimpic Results Information Services - Servicios Informativos y de Resultados Olímpicos-), que según explica, es como la biblia de los resultados.

Un proyecto que comienza cuatro años antes de las olimpiadas, tiempo durante el que se han mantenido encuentros con el comité organizador para definir todos los formatos de los deportes, cómo van a ser los resultados… Se trata de un proceso muy largo y complejo, que culmina en Tokio, con una labor de control y mediación: comprobando que los resultados son correctos, que la información esté disponible en las diversas plataformas, que todos los requisitos definidos se cumplen o resolviendo posibles conflictos.

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La oportunidad de llegar hasta aquí se remonta casi diez años atrás. María ya había trabajado en los Juegos Olímpicos de Londres en 2.012, donde realizó unas prácticas durante su época universitaria. Ahí hizo muchos contactos con el Comité Olímpico Internacional y sus asociados, Atos y Omega. Ella quería enfocar su carrera en el mundo informático relacionado con el deporte. Por ello, uno de sus jefes le habló de un trabajo en la Federación Internacional de Esquí, donde empezó a trabajar y conoció a su actual jefe del COI.

Años después surgió la oportunidad de entrar en este proyecto, un trabajo que se ha ganado a base de constancia y su buen hacer a lo largo de todo ese tiempo, así como de su facilidad con los idiomas. Habla inglés y alemán a la perfección y está aprendiendo francés.

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En Tokio, la montisonense presencia las competiciones desde dentro, y aunque explica que su trabajo requiere de una estricta neutralidad, reconoce que los triunfos de la delegación española le alegran el día.

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El próximo septiembre cumplirá siete años en la ciudad suiza de Lausana, donde se encuentra la sede del Comité Olímpico Internacional. En cuanto a su estancia en la capital japonesa, se va a prolongar hasta el próximo lunes, pero regresará dos semanas después para los paralímpicos.

María se siente muy afortunada de poder vivir esta experiencia, que define como increíble. Pese a ello, asegura que sus Juegos Olímpicos fueron los de 2012, ya que puedo disfrutarlos en todo su esplendor y no con las restricciones que conlleva este año de pandemia.

La última vez que estuvo en Monzón fue por el mes de junio, y aunque espera recibir a su familia por Suiza en septiembre, su visita a la capital mediocinqueña tendrá que esperar. Pese a ello, no olvida la cultura deportiva de su Monzón natal, con la que entró en contacto a través de la práctica de atletismo de su hermana. Ello, unido a su pasión por la informática, he desencadenado en una serie de oportunidades que nunca hubiera imaginado pero que le están haciendo inmensamente feliz.