Pin, pan, fuera: la educación no es un juego
Por Ángel Morán Viscasillas
Siempre me he manifestado en favor de toda la educación, de todos los
educadores (docentes y no docentes) que con cariño hacen su tarea, de
todas las mejoras para todas las familias y de todos los centros.
Cada vez que hablo en cualquier foro en nombre de los trabajadores de
concertada, he afirmado que en la ciudad de Huesca conviven 12 centros de
Infantil y Primaria que poseen una excelente calidad. Son profesionales
motivados pero también gente responsable que desea lo mejor para el
alumnado.
En este complejo momento las personas que trabajamos en educación, las de
pública y concertada, tenemos que hacer frente a la misma enfermedad, a la
misma incertidumbre cada día y a la mismas dudas de si estamos protegiendo
nuestras vidas y las de nuestras familias.
Los responsables del Ayuntamiento (los de todos los partidos políticos) y el
Departamento de Educación deben tomar idénticas medidas en beneficio del
interés general. Solo así lograremos no dejar atrás a nadie. En coherencia con
lo dicho, desde nuestro sindicato pedimos que se apliquen las mismas
disposiciones de prevención que aplaudimos para pública en favor de
trabajadores y alumnos de concertada. Continuamente toca velar por el
conjunto de la ciudadanía, absolutamente por todos. Y para conseguir esa
sociedad más cohesionada, más equilibrada y más justa que anhelamos hay
que demostrar (ahora más que nunca) nuestra solidaridad.
La comunidad científica no tiene dudas. Para evitar el contagio, para hacerle
frente con éxito, es imprescindible respetar la distancia entre las personas y nos
exigen colaboración.
En lo escolar resulta imposible hacer crecer espacios sin construirlos. No resulta
recomendable habilitar aulas prefabricadas (caras y que quitarían sitio de ocio
donde casi no lo hay) Ese escenario nos lleva a asumir una ratio máxima de 22
alumnos en Primaria. Esta propuesta, que ya funciona en varios centros, se
aplicará en todos salvo que quien lo dijo en público se desmienta.
Humildemente, pero con rigor y franqueza, aporto datos de hoy que
atestiguan que en la ciudad de Huesca existe un total de 45 aulas de
concertada que sobrepasan ese alumnado (28 de ellas con más de 25
alumnos). Ignoro qué razones se pueden esgrimir por parte de quien proceda
para que los profesionales a los que represento tengan que esperar
pacientemente a que se les aplique una medida similar. Mal iríamos
agarrándonos a los viejos tópicos. Hablamos de salud, de dignidad y de
personas, por lo tanto de empatía.
Nuestra sociedad aspira a ser justa. Al menos en sus principios y sobre el papel
lo tenemos conseguido dejando atrás décadas negras en las que zozobramos
como país…pero no podemos quedarnos allí. No se puede conocer y no
actuar, no sería bueno mirar hacia otro lado en espera que no les ocurra nada
a estos chicos y a la gente que los educa. No podemos limitarnos a contar que
hemos aplaudido a los sanitarios por su enorme, generoso y excelente trabajo
realizado durante meses si adoptamos la postura de permanecer inmóviles e
indiferentes ante esta situación. Vamos a hacer algo, aunque sea por mí
mismo. El bicho no distingue.
Ángel Morán Viscasillas
Secretario General de EHuSi
Fsie en Huesca