Unas fiestas sin espadas, cintas ni palitroques

No recuerda, Martín Frégola, presidente del Grupo Dances y Albadas, unas fiestas de Graus, en las últimas décadas, en las que los bailes no se hubieran podido celebrar. Este año, también desde el grupo se apoyó la decisión de suspender los actos tradicionales. Es una situación extraña, dice Frégola, que los danzantes asumen con resignación y tristeza y pensando en las fiestas de 2021.

Desde que se supo que las fiestas patronales se suspendían, no han dejado en el Grupo de Dances y Albadas de pensar cómo hacer que los dances estuvieran presentes aunque, finalmente, pensaron que lo más responsable era renunciar a cualquier fórmula incluso la de grabarlos para emitirlos en diferido.

En cuanto a las danzantas, que tienen un número determinado de participaciones en los dances, las de 2020, volverán a ser llamadas para las fiestas de 2021 y, por lo que respecta a las infantiles, se contempla la posibilidad, en un año con exceso de danzantas, de pasarlas al año siguiente.

Las fiestas de Graus suelen ser muy participativas pero, especialmente, algunos actos como la espera de la gaita, el día 12, o la primera actuación de los dances el día 13, que, este año, al caer en sábado y domingo hubieran congregado a más público todavía.