Vecinos de Cerler se dirigen a Lambán para explicarle lo que esperan hace más de 55 años

Los vecinos de Cerler que, en 1964 cedieron sus terrenos para que se pudiera construir la estación de esquí, siguen esperando que se cumpla una de las clausulas de la escritura pública (que se hizo en 1967) donde se indicaba que los propietarios tenían derecho a adquirir, gratuitamente y urbanizada, la plena propiedad de una superficie equivalente al 10% de las fincas vendidas. El pasado 17 de enero, los vecinos afectados remitieron una carta al presidente del GA, Javier Lambán solicitándole que intervenga para poner fin a la situación.

Esther Lamora, nieta de uno de los propietarios que vendió sus terrenos, recuerda que, a quienes vendieron, les pagaron entre 8 y 10 pesetas por m2 más lo estipulado en la clausula de devolverles un 10% de la finca vendida a modo de parcela urbanizada. Muchos, añade, hemos tenido que escriturar y pagar, cada año, el IBI por un terreno que no tiene servicios, que no se puede vender y donde tampoco se puede edificar. En total se tienen que entregar 17 parcelas.

En el 2019 Aramon presentó el proyecto de urbanización de desarrollo del plan parcial de la UE1 y UE2 que se divide en tres fases. La fase 0, que contempla la construcción del depósito de agua y captación, que se debió de ejecutar en 2021, la fase 1 para 2021-2022, fase 2 en 2027-2028 y, la última, en 2034-2035. La urbanización de las citadas parcelas se incluía en las fases 2 y 3 y los vecinos se dirigieron tanto al Ayuntamiento de Benasque como a la consejera y presidenta de Aramon, Marta Gastón, para que se ejecutarán en la fase 1 y no demorar por más tiempo el cumplimiento de la clausula de la escritura.

Aunque Gastón se puso a su disposición para entablar un diálogo a tres bandas, Lamora explica que no ha habido ninguna reunión, y que los vecinos, en estos casi dos años, han seguido enviando cartas que no han recibido ninguna respuesta.

Lamora explica que a ese ‘incumplimiento’ hay que añadir las deficiencias que hay en la urbanización. Los vecinos, añade, nos sentimos abandonados. En aquellos años 60 los vecinos hicieron un esfuerzo y la estación ha sido un revulsivo para todo el valle. Lo justo es que nos tuvieran en cuenta, dice esta vecina.

Los vecinos afectados van a seguir en la misma línea y no descartan incluso dirigirse al Justicia de Aragón mientras esperan que alguien se digne en contestarles.